Lo suyo, pensará el lector, es que este artículo vaya dedicado a hacer un análisis y un balance de las recientes elecciones celebradas en la Comunidad de Madrid. Aparte de felicitar a Isabel Díaz Ayuso y al Partido Popular por la rotunda victoria de su candidatura, y agradecer el que hubieran confiado en mí para componerla, estas líneas no van de política, sino de otras formas de servir a nuestra sociedad desde la política. Por supuesto que Díaz Ayuso representa de manera singular esas otras formas de entender el poder político, que no ambiciona “el poder por el poder”, sino que entiende el poder como una herramienta para “poder hacer”.

Es una generación, la de la presidenta de la Comunidad de Madrid y la de representantes aún más jóvenes que ella, que han entendido cabalmente el valor de la política como servicio. Una generación que ha crecido en democracia y que ha aprendido también a asumir el compromiso con la libertad sea cual sea el precio que haya que pagar, incluso el de ser pasados por las trituradoras de quienes entienden el disenso como una excusa para destruir personal, familiar y civilmente al contrario.

A esta generación pertenece también Noelia Núñez, presidenta del PP de Fuenlabrada y portavoz municipal en su Ayuntamiento, que era la segunda candidata más joven de la lista de Díaz Ayuso, solo por detrás de Elisa Vigil.

Noelia se ha labrado ya un prestigio por su defensa sin complejos de la libertad como razón de ser del progreso y bienestar de las personas y las sociedades. Algunas de sus intervenciones en los plenos de la Corporación fuenlabreña se han hecho virales en las redes por derecho propio. El triunfo del PP en Fuenlabrada el pasado 4 de mayo ha hecho historia, y de ello también Noelia ha sido artífice. Pues bien, en plena vorágine de la precampaña electoral, Noelia me reclamó para que le acompañara una tarde, la del 12 de abril, en un acto en la sede del partido que preside.

Para entonces, la agenda de los “populares” fuenlabreños hervía de actividades, mesas informativas y encuentros sectoriales. Imaginé que sería un acto más en esa línea, pero cuál fue mi sorpresa cuando supe que se trataba de la presentación de un libro. Y no de un libro cualquiera.

Aquella tarde, abriendo un gran paréntesis en la liza preelectoral, Noelia había puesto la sede a disposición de un autor extraordinario, vecino de Fuenlabrada, Luis Miguel Martínez Camino, para que presentara en sociedad su obra “Llanto y rabia de un pequeño maltratado” (Universo de Letras).

Unas memorias de infancia en las que Luis Miguel retrata con un estilo directo, sin concesiones, a pinceladas desgarradas, su historia de palizas y vejaciones por parte de su padre, también de su madre, desde los cuatro años. “Al leer el libro es como si en cada página hubiera una bofetada”, resumió en la presentación un buen amigo del autor, Juan Buendía, escritor también, autor de “Mi historia con la señora Miastenia” (Incipit Editores).

Confieso que fue difícil resistirme al nudo en la garganta, las nubes en los ojos, mientras escuchaba las palabras de Luis Miguel, pero lo que realmente me conmovió fue la paz y la serenidad con que relataba todo aquel mundo de terror que vivió de pequeño en su propia casa a manos del “ogro”, como llamaba a su padre. Sin duda, el amor de su esposa y de su hijo han hecho el milagro de la resurrección de aquel niño inocente condenado a vivir en el infierno dentro de su propia casa.

No voy a hacerles el “spoiler” del libro de Luis Miguel. Les invito encarecidamente a sumergirse en la prosa limpia y calma en que está reflejada toda la hondura del mal cuando las manos que deberían acariciarte te torturan. Un testimonio valiente y necesario que debe ser también un acicate para todos en la lucha contra la violencia doméstica. Creo justo citar las librerías de Fuenlabrada que se han ofrecido a poner el libro de Luis Miguel en circulación por si el lector está interesado: la librería Cervantes (C/Extremadura, 40) y la librería Bravo (C/Buenos Aires, 5).

Sí, este es el recuerdo de las elecciones que quería contarles. Mañana hablaremos del gobierno, pero hoy tocaba hacer un recuento de lo que ha quedado más adent ro en el corazón en estos días apasionantes.