Mercedes-Benz AMG GT 63 SE PERFORMANCE
Como todos los aficionados saben, los AMG son coches de una elevada deportividad no sólo estética, sino también mecánica.
Este Mercedes es la versión híbrida del AMG GT Coupé. Como todos los aficionados saben, los AMG son coches de una elevada deportividad no sólo estética, sino también mecánica.
Así que conjugar la obligada deportividad de AMG con una hibridación eléctrica sólo puede hacerse dando al modo eléctrico unas prestaciones también de infarto. Este modelo lleva un motor de combustión V8 de 4 litros con dos turbocompresores. Semejante ‘bestia’ entrega 639 CV. Junto a él va asociada una caja de cambios automática de nueve relaciones con un embrague multidisco en baño de aceite. Hasta aquí la parte convencional. La parte híbrida se compone de un motor eléctrico de 204 CV y 320 Nm. Y aquí comienzan las ‘locuras’ de AMG.
El motor eléctrico lleva su propia caja de cambios de dos velocidades. Está ubicada en el eje trasero dentro de la misma carcasa del diferencial de deslizamiento limitado, formando una unidad que Mercedes-AMG denomina “Electic Drive Unit”. El motor eléctrico entrega su fuerza al eje trasero, pero el coche puede enviarla al eje delantero a través del sistema 4 MATIC. Con la primera marcha del motor eléctrico se pueden alcanzar los 140 km/h… en modo eléctrico, por supuesto. Para alimentar al motor eléctrico, el coche dispone de una batería ubicada en el eje trasero. Es de iones de litio y tiene 6,1 kWh de capacidad que dan para recorrer 12 kilómetros sin encender el motor de combustión. La misión de esta batería no es ofrecer una autonomía eléctrica elevada sino una capacidad de carga y descarga descomunal y que soporte un uso ultra deportivo sin deteriorarse.
Para ello, funciona a una tensión de nada menos que 400 voltios y da una potencia constante de 95 CV, aunque puede llegar a 204. Esta particular batería tiene 560 celdas cilíndricas sumergidas en líquido refrigerante movido por su propia bomba de refrigeración. Así, por muy exigente que sea la conducción, la temperatura de trabajo se mantiene constante en los 45 grados.
Con esta complejísima arquitectura técnica, el AMG GT 63 S E PERFORMANCE dispone de siete modos de conducción: Electric (modo eléctrico, disponible hasta un máximo de 130 km/h), Comfort, Sport, Sport+, RACE (el más radical, pensado para la conducción deportiva en circuito), Slippery (pensado para superficies deslizantes) e Individual (configurable por el conductor).