ÚLTIMA HORA: Los Reyes Magos han sido atracados. Un individuo, a cara descubierta y a plena luz del día, les ha robado el Oro, el Incienso y la Mirra, tras amenazarles a punta de pistola. Muchos transeúntes han sido testigos de la felonía, pero ninguno ha tratado de detenerle. Ahora, los vecinos lamentan que les hayan robado la Navidad, pero nadie hizo nada para impedirlo.

El individuo ha sido identificado como Pedro Sánchez, alias Presidente del Gobierno, que ha actuado con total impunidad ante la mirada de los ciudadanos. No ocultaba su rostro bajo ningún pasamontañas tejido con buenas intenciones o excusas en favor del interés nacional. Se ha limitado a apropiarse de bienes ajenos, convencido de que no encontraría resistencia constitucional. El arma utilizada para cometer el atraco ha sido, justamente, el Estado de Derecho, manipulando el cañón de la seguridad jurídica, para utilizarla en su propio beneficio.

El botín obtenido es de valor incalculable. El Oro sustraído es la riqueza y bienestar de los españoles, a los que ahoga con impuestos, mientras pone trabas a los empresarios para generar trabajo y prosperidad.

El Incienso que ha hurtado es la esencia de los valores morales. Tras pisotear las creencias religiosas y los principios humanistas, ha sumido a nuestra sociedad en el relativismo y la frivolidad. Conceptos como la familia, la educación de los hijos, la sexualidad y la natural relación con la que se complementan hombres y mujeres carece ya de valor.

La Mirra expoliada, esa esencia tan valorada en la antigüedad, que se utilizaba para curar heridas y enfermedades, ya no está al alcance de los ciudadanos, que se han visto desprovistos de los servicios que merecen por el pago de sus tributos.

No suficientemente satisfecho con el expolio, el atracador, en vez de huir, ha permanecido en el lugar de los hechos, para reírse en nuestra cara por la pasividad que hemos mostrado ante sus desmanes. Venezolanos venidos a España ya nos advirtieron del “modus operandi” de este tipo de bandas organizadas. Pero no les hicimos caso.

Ahora, todos lamentan que nos hayan robado la Navidad. Pero nadie mueve un dedo por recuperarla. SEGUIREMOS INFORMANDO.