Si los Idus de Marzo supusieron en la antigua Roma la muerte de Julio César y un vuelco en el Imperio, para Isabel Díaz Ayuso, la del 15 de marzo ha venido a ser su semana fantástica, culminada con una histórica goleada. Nada menos que 5 a 0.

Primer gol: el fin de la huelga de Sanidad. Después de 122 días de paros, los médicos deciden dejar de ser utilizados por el sindicato AMYTS, el que usa la portavoz de Más Madrid en la Asamblea Regional, Mónica García, para tratar de que los madrileños tengan queja de los servicios asistenciales y que puedan culpar así al gobierno de Ayuso. Al final, los médicos aceptaron la propuesta de la Comunidad a pesar de que el sindicato había dado la consigna de que no cedieran ante nada, hasta la campaña electoral.

Segundo gol: La torpeza de la promotora de esa huelga, Mónica García, que exigía la dimisión del vicepresidente del gobierno regional, Enrique Ossorio, por ser receptor del bono social térmico, al que tiene derecho, por ser padre de familia numerosa. La portavoz de Más Madrid lo calificó como un escándalo, hasta descubrirse que ella también se beneficia del mismo bono.

Tercer gol: la Fiscalía Europea anuncia el archivo definitivo de la causa contra el hermano de Isabel Díaz Ayuso por la venta de mascarillas. Las dudas que la izquierda intentó sembrar acerca de posible trato de favor de la presidenta hacia su hermano quedaron disipadas.

Cuarto gol: La corrupción cerca al socialismo madrileño. La Audiencia Provincial ordena procesar a la alcaldesa de Móstoles, Noelia Posse y a su equipo municipal por el caso ITV. La protegida de Pedro Sánchez, que es sobrina nieta del fundador del PSOE, Pablo Iglesias Posse, se mantiene en el cargo, a pesar de los escándalos, y sigue como candidata, aun estando imputada.

Y quinto gol: El gran enemigo de Isabel Díaz Ayuso, Teodoro García Egea, abandona la política. El que fue mano derecha de Pablo Casado, y urdió toda la guerra sucia contra la presidenta madrileña, ha renunciado finalmente a su escaño en el Congreso.

Goleada de Ayuso, apenas dos meses antes de que se celebren unas elecciones autonómicas en las que aspira a ganar con mayoría absoluta.

Cinco a cero, una manita con la que culminó una autentica semana fantástica.

Los Idus de Marzo resultaron ser, ciertamente, días de buenos augurios.