Carta del Presidente
He pasado unos días en México. A mi regreso a España, entre las cartas de bancos y de eléctricas, me encontré una misiva del presidente. Pasados los saludos protocolarios, el texto dice así: “Mi obra más vistosa es el traslado de los despojos del dictador, al que algunos llaman todavía Caudillo. Los sacamos por aire, a bordo de un helicóptero, para que la ceremonia fuera vistosa, colosal. Nadie levantó la voz más alta que el féretro, como nadie protestó por los estados de alarma y el confinamiento que ordenó la clausura de todos y de todas.
He repartido miles de millones de Europa a mi antojo; he derogado el delito de sedición y he rebajado el de malversación. Ahora un empresario que tenga un falso autónomo es un convicto que merece cárcel; un malversador de dinero público es simplemente un despistado digno de clemencia. Los delitos políticos ya no están en los juzgados, porque un político no puede cometer delitos si es de izquierdas, nacionalista, secesionista, terrorista, o funambulista. Los juzgados están para la derecha, que es, en sí misma, un delito que merece reprobación y condenas en cadena, a ser posible, cadena perpetua.
Todo se ha hecho en paz. Todo ha sido cumplido con una sonrisa, con buen talante, y con ánimo conciliador. Ahí está la clave. La derecha brama, pero la calle calla. Hemos desmantelado los últimos bastiones de resistencia, hemos fundado una monarquía presidencial, que es un régimen nuevo, a la espera de poder convertir España en una república y hacer del Rey un embajador bien vestido, bien plantado, bien educado, y con conocimiento de idiomas. Bildu ordena las cosas en Navarra, donde mi partido es tan solo una delegación comercial del socialismo.
Pasaré a la historia por el paseo celestial del féretro de Franco, pero eso solo será posible porque pasarán muchos años antes de que se aprecie de verdad mi obra más precisa y duradera: el desmontaje de la España de la transición. Y dirán que todo lo hice en paz, mientras las gentes, mansas, pastaban en mi jardín”. He creído interesante compartir con ustedes este texto. Por lo que pueda pasar.