MUNDO ANIMAL | Toses producidas por parásitos
Voy a escribir sobre un tema muy interesante y menos conocido para los cuidadores de peludos del centro de España. Yo conozco el caso de Madrid e imagino que por la zona de la costa mediterránea y por el norte de la península están más acostumbrados, pero a nosotros nos tocaba más bien de lejos... Hasta ahora… Cada vez viajamos más con nuestros peluditos y nos desplazamos a áreas geográficas que antes ni imaginábamos, cualquier continente nos parece cercano. Si añadimos que las temperaturas y condiciones son cada vez más idóneas, podríamos hacer un programa de televisión llamado “parásitos viajeros por el mundo”.
Si le dedicamos unas palabras al “gusano del corazón”, a este le conocen mucho mis compañeros de la cuenca mediterránea y de Canarias. Es un gusano transmitido por un mosquito y aunque prefiere al perro más que al gato, los dos pueden padecer la enfermedad. Entre sus síntomas está la tos y la dificultad respiratoria porque, aunque tardan meses en desarrollarse las filarias (nombre del parasito) adultas, las microfilarias (que son los gusanos pequeñitos) campan a sus anchas, alojándose en arterias pulmonares y en el corazón. Si no se trata en fases iniciales llegan incluso a provocar la muerte del animal.
¿Cuál es la mejor opción? Prevenir mensualmente. La actividad del mosquito varía de año a año y hay zonas de España donde los mosquitos se mantienen todo el año. Existe otro tipo de filaria que produce unos nódulos debajo de la piel que se pueden extirpar quirúrgicamente y son menos peligrosos. Aparte de su transmisión por mosquitos tengo que contaros que es zoonósica, es decir, se transmite al hombre. Les produce nódulos en distintos órganos, ojos y pulmón. Depende mucho de la carga parasitaria que haya síntomas o no. Hay técnicas de análisis de heces para ver a las larvas pulmonares y diagnosticar la enfermedad tempranamente. También existen otro tipo de técnicas de diagnóstico.
Otro parásito que produce tos es el llamado “gusano francés”. Le han puesto sobrenombre muy glamuroso, pero su nombre real es muy complicado. Éste necesita un hospedador intermedio para desarrollar el ciclo y ahí intervienen los caracoles, babosas y serpientes. Era más común en el norte de España, pero ya lo tenemos por todo el país. Este no se transmite al hombre. Los perros juegan con los caracoles y los acaban consumiendo, las larvas terminan llegando a los pulmones y provocando incluso neumonías. Éste también produce anemias, hipertensión y signos neurológicos. Además os contaré que esas babosas pequeñas que encontramos en plantas que compramos en viveros podrían estar contaminadas. ¡Fijaos que fácil de llegar a casa! No obstante, lo ideal, es que comentes a tu veterinario dónde vais a desplazaros en vacaciones, aunque nos dé envidia sana y podrá asesoraros para prevenir las enfermedades de la zona. Ya sabéis el dicho: “prevenir mejor que curar…”