MUNDO ANIMAL | Colaboradores imprescindibles, Parte II
Continuemos dando algunas pinceladas sobre minerales y aminoácidos esenciales, es decir, el cuerpo no los fabrica, pero son imprescindibles para la vida. Voy a escribir sobre alguno de ellos.
Como ya comenté en el artículo anterior, ninguno actúa en solitario, sino que forman parte de un engranaje impecable y cuando existe alguna deficiencia o exceso de alguno de ellos, comienzan los fallos de las reacciones bioquímicas en las que intervienen.
El magnesio es uno de los minerales esenciales que intervienen en más procesos químicos en cuerpo animal. Puede existir deficiencia por bajo consumo en la dieta, pero también hay enfermedades inflamatorias del intestino que provocan diarreas continuas, y toma de fármacos de manera crónica, como algunos antiácidos, que bloquean su absorción. Además, puede estar aumentada su excreción a través de la orina, con diuréticos y enfermedades como la diabetes y Cushing. Hay que tener cuidado en su consumo en casos de insuficiencia renal.
Cuando hay déficit de magnesio, el calcio, otro mineral esencial, se deposita fuera del hueso, en tejidos y órganos e incluso en vasos sanguíneos, calcificándolos. Los huesos son verdaderos almacenes de calcio, pero hay que tener cuidado con los defectos y excesos, porque tenemos a la vitamina D que regula la absorción de calcio intestinal y unas glándulas en el cuello llamadas paratiroides que producen una hormona PTH, que es la que regula el equilibrio entre el calcio y el fósforo.
Ya vemos que son colaboradores imprescindibles, pero para liar más la cosa, la vitamina D también necesita al magnesio, así que el magnesio participa en el mantenimiento de la salud ósea y de los músculos (por eso se dice que sirve para los calambres musculares). El estrés crónico produce agotamiento de las reservas de magnesio y altera el equilibrio de la microbiota provocando disbiosis, con aumento de la permeabilidad intestinal, que provoca alteración en la absorción de los minerales por parte del intestino.
También se altera la absorción de hierro, muy involucrado en el transporte y almacenamiento de oxígeno, con la formación de glóbulos rojos. El déficit de hierro tiene como consecuencia la anemia, pero su exceso también conlleva enfermedades graves.
Los omega 3, son ácidos grasos poliinsaturados que tampoco somos capaces de sintetizarlos, ni nosotros, ni nuestros peludos. Se deben consumir a través de alimentos o suplementos, estos van acompañados de vitamina E para que no se oxiden las grasas. Tienen un sinfín de beneficios como prevenir problemas cardiovasculares, neurológicos, inflamatorios, endocrinos y renales.
Y, por último, me gustaría comentar unas nociones sobre un aminoácido esencial llamado triptófano, que es el precursor de la melatonina que regula el ciclo de sueño-vigilia. También favorece la producción de neurotransmisores como la serotonina, que influye mucho en el estado de ánimo y produce vitamina B3, de la que ya hablé anteriormente. Quedan otros minerales y aminoácidos pendientes para otra ocasión.