Comunismo o Libertad
La presidente de la Comunidad de Madrid lo resumió a la perfección en una sola frase. Tras desbaratar la conspiración de Ciudadanos con el PSOE para asaltar el poder en Madrid mediante una moción de censura, Isabel Díaz Ayuso, eligió que sean los votantes los que ejerzan su libertad para elegir el modelo de sociedad que prefieran.
Demostrando gran agilidad política, la presidente Ayuso se anticipó a los acontecimientos, disolviendo la Asamblea y convocando elecciones anticipadas. Se negó a aceptar el juego de intercambio de sillones en el que se ha convertido la política, y optó por someterse al veredicto de las urnas. Y sentenció, con apenas unas palabras, lo que se convirtió, ya en ese momento, en el eslogan de su campaña: “Que sean los ciudadanos los que elijan entre socialismo o libertad”. Pero, tal es el pavor que Ayuso genera entre la izquierda, que el propio Pablo Iglesias abandonó el gobierno para enfrentarse a ella en Madrid. Y se matizó el eslogan: “O comunismo o libertad”.
Porque a eso se reduce la cosa, a un modelo de sociedad. La pretendida superioridad moral de la izquierda ha instalado en el imaginario colectivo la idea de que ser “progre” es sinónimo de justicia social, solidaridad y reparto de riqueza. Pero los hechos evidencian lo contrario. El gobierno social comunista de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias ha arruinado a los españoles, les ha mentido, ha socavado la democracia al amenazar la separación de poderes y la libertad informativa, y no deja de escandalizarles con sus continuos desenfrenos.
El entreguismo que ha mostrado Sánchez ante separatistas, radicales y albaceas del terrorismo, a pesar de sus reiteradas e incumplidas promesas de que jamás lo haría, debería despertar la conciencia de los ciudadanos, cada vez más adormecida.
No hay mejor moción de censura a un gobierno que el escrutinio de las urnas. Y eso es lo que ha obsequiado Isabel Díaz Ayuso a los ciudadanos. Ante una política trapacera, con dirigentes dispuestos a traicionar su palabra y sus compromisos a cambio de sillones y prebendas, con constantes agresiones al espíritu de nuestras leyes y marco constitucional, y con las garantías democráticas en permanente amenaza, es momento de que nuestro voto devuelva las cosas a su sitio. La cuestión es bien simple y solo depende de una libre elección: “O comunismo, o libertad”.