El día que Víctor Aldama, el comisionista del “Caso Koldo”, declaraba ante el juez de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, para “tirar de la manta” y dejar con los pies al aire a José Luis Ábalos, a Koldo García, a Santos Cerdán y asegurar que el propio Pedro Sánchez pidió conocerle para darle las gracias por lo que “estaba haciendo”, el asunto se convirtió, sin duda, en la noticia más destacada de la jornada. Pero, poco después, empezó a publicarse que el Telediario de Televisión Española había optado por abrir con otro tema, el rifirrafe entre David Broncano y Pablo Motos por una entrevista al campeón de Moto GP, Jorge Martín. Extremo, este último, que fue negado por TVE en un comunicado, para aclarar que esa noticia no era la primera de su escaleta, aunque sí aparecía destacada en los titulares de entrada de su informativo.

Resulta que el fichaje estrella de Moncloa para la televisión pública, David Broncano, se quedó sin poder entrevistar al motorista en su programa “La Revuelta” porque, según dijo, “El Hormiguero” de Antena 3 lo había impedido, para que fuera Pablo Motos quien gozase de la primicia. Hay que recordar que Dorna, la empresa que organiza el Mundial de Motociclismo, tiene un acuerdo con Atresmedia para la emisión de Grandes Premios de Moto GP, que incluye una cláusula que garantiza que Jorge Martín, en caso de proclamarse campeón, sería entrevistado por “El Hormiguero” antes que cualquier otro programa.

Al margen de esos acuerdos comerciales, que son lícitos, y del hecho de que Broncano sí pudiera grabar la entrevista —aunque no emitirla hasta días más tarde para respetar la primicia de Pablo Motos—, llama poderosamente la atención que un tema menor, como una bronca entre cadenas, se convierta en debate acerca de ética periodística.

El hecho de que la noticia fuera más o menos destacada por la cadena pública y que eso haya generado todo el debate, es la demostración del grado de crispación que salpica a la sociedad española y que coloca a los medios de comunicación en trincheras ideológicamente enfrentadas.

Es una lástima que los excelentes profesionales que trabajan en RTVE se vean constantemente cuestionados, pero bien es cierto que, a estas alturas, cualquiera puede creer que los dirigentes del gobierno están dispuestos a utilizar cualquier medio a su alcance para extender “cortinas de humo” para desviar la atención de temas que puedan considerar perjudiciales.