Mucho se equivoca Pedro Sánchez si cree que nombrar —otra vez— a Mercedes González como directora de la Guardia Civil va a evitar que la Benemérita siga investigando las presuntas irregularidades que puedan haber cometido su mujer, su hermano o miembros de su partido.

En estos momentos, los agentes del instituto armado están llevando a cabo tres investigaciones especialmente sensibles para el gobierno: el caso Begoña Gómez, en un juzgado de Madrid; el relativo al hermano de Pedro Sánchez, en manos de un magistrado de Badajoz; y el Caso Koldo, en la Audiencia Nacional.

El ministro Grande-Marlaska ha decidido sustituir a Leonardo Marcos por Mercedes González al frente de la dirección general de la Benemérita, cargo que ya ocupó la diputada del PSOE entre marzo y junio del año pasado, tras haber sido delegada del gobierno en Madrid. En ambos puestos, demostró un perfil excesivamente político.

Pretender que la señora González sea un cortafuegos para evitar que las investigaciones de la Guardia Civil puedan perjudicar a los intereses de Pedro Sánchez es una falacia. Los agentes de la Benemérita anteponen su divisa —el Honor— a los tejemanejes políticos. Lo demostró el coronel Diego Pérez de los Cobos, que se negó a plegarse ante las exigencias del ministro Marlaska, al pretender de manera irregular que el oficial le desvelase detalles reservados de una investigación que afectaba a la actuación del gobierno ante la pandemia.

El coronel fue castigado por el ejecutivo, que le destituyó en mayo de 2020 como jefe de la Comandancia de Madrid, puesto que recuperó tres años más tarde, después de que el Tribunal Supremo determinase que su cese había sido ilegal. Sin embargo, Marlaska le sigue castigando, impidiendo su merecido ascenso a general y nombrando a toda prisa a un nuevo jefe de la 1ª Zona de la Guardia Civil para evitar que el puesto lo ocupase Pérez de los Cobos —aunque fuese de manera interina— al ser el coronel más antiguo.

De poco le servirá a Pedro Sánchez esta nueva maniobra. Si los casos que afectan a su hermano, a su mujer o a su partido encierran alguna ilegalidad, ésta será descubierta y demostrada por los miembros de la Benemérita, aunque se vean sometidos a presiones y amenazas. Hasta entonces, respetemos la presunción de inocencia y dejemos trabajar a la Justicia.