MUNDO ANIMAL | ¿Quién no ha oído hablar de la Toxoplasmosis?
El toxoplasma es un protozoo que vive dentro de una célula.
Hoy voy a dar unas pinceladas sobre una enfermedad parasitaria de las más frecuentes en toda la geografía mundial y que afecta a animales y personas. A estas alturas ya sabéis, que a estas enfermedades que compartimos con animales las denominamos Zoonosis…
La peculiaridad de esta parasitosis es que cursa la mayor parte de las veces de forma asintomática y muchas veces averiguamos que la hemos pasado cuando en el embarazo nos realizan una analítica para cuantificar los anticuerpos. Con estas pistas, me imagino que sabéis que voy a hablar de la toxoplasmosis.
El toxoplasma es un protozoo que vive dentro de una célula. Los gatos y demás felinos son claves en esta historia y esto se debe a que son hospedadores definitivos de este parasito. Los parásitos se van desarrollando en distintos estadios de larvas y van creciendo hasta ser formas larvarias adultas, que son las que se pueden reproducir, algunas sexualmente y otras de manera asexual. Esto pasa en la mayoría del “mundo parasito”. En su camino de desarrollo, se van encontrando animales que les sirven para distintos intereses propios, para conseguir su meta, que es ser adulto y reproducirse.
En la meta de nuestro amigo toxoplasma están los felinos, que son los únicos en que llegan a ser adultos. Aquí podrán diseminarse por los órganos, llegar al hígado, a los ojos, al sistema nervioso, a los pulmones, a los músculos y enquistarse, pero también llegar al apetitoso intestino, y es aquí donde podrán gestar esos ooquistes que eliminaran al medio ambiente y que tantos problemas de salud pública ocasionan. Como actores secundarios, estamos los hospedadores intermediarios, según el tipo de parasito, podemos pasar a ser papel principal definitivo, pero en los toxoplasmas somos intermediarios, les servimos para que sigan pasando sus ciclos larvarios pero solo pueden atacar nuestros órganos y musculatura y enquistarse, no les servimos para su reproducción y eliminar ooquistes. Nos usan de la misma manera que a un ratón, una lombriz, una liebre, un cerdo, un pájaro… como a cualquier animal de sangre caliente…
¿Y qué pasa con los ooquistes que eliminan los felinos? Pues que tardan alrededor de 5 días en ser infectivos. ¿Y son resistentes en el medio ambiente? Pues claro que sí. La retirada frecuente de heces es sumamente importante. La vía de infección más común no son los gatos y mucho menos los gatos adultos. La transmisión más alta sin lugar a dudas, es el mal lavado de frutas y verduras, el consumo de carne cruda o poco hecha (no olvidemos que se enquista en la musculatura de los hospedadores intermediarios que nos comemos), y la falta de higiene…. El contacto con gatos es poco relevante, es mucho más importante el contagio a través del medio ambiente. Los gatos jóvenes infectados por primera vez pueden eliminar los ooquistes durante un máximo de 21 días. El contagio a través de un gato adulto es muy improbable. Los gatos se infectan por cazar y comer roedores, aves, conejos… y si tienen sintomatología responden muy rápido al antibiótico adecuado, solo animales inmunodeprimidos tienen problemas severos. En el humano pasa igual, las personas con un sistema inmunitario deficientes y embarazadas pueden tener consecuencias muy graves. Se recomienda que no sean las embarazadas quien limpien los areneros, usar guantes y extremar medidas de higiene porque 5 días para limpiar un arenero, ya es tiempo…