El Boalo, Cerceda, Mataelpino | El yacimiento de El Rebollar está inserto en la red de asentamientos de tipo aldeano
Las primeras noticias que se tienen del yacimiento de El Rebollar se remontan a 1953, momento en que el propietario del terreno denominado D. Carlos de Miguel localiza algunas tumbas, en cuyo interior se encontraba un jarrito, junto a restos óseos. Tras realizar diversas gestiones se realizó un estudio de los hallazgos en 1967 por parte de la Dirección General de Bellas Artes quien proponía la adscripción visigoda de la necrópolis localizada.
Años después, se proyecta la construcción de una urbanización con igual nombre que el topónimo del cerro. La actuación arqueológica parcial realizada en 1998 y previa a las obras fue dirigida por M. Castro y L. Olmo. Se delimitó la zona que se debía conservar para un futuro estudio y se pudo confirmar la cronología altomedieval. Además de localizar sepulturas de diferente factura, se descubren restos de muros que podrían indicar la existencia de algo más que una necrópolis.
La Asociación Cultural Equipo A de Arqueología realiza en 2012 una prospección arqueológica del yacimiento dentro del proyecto de investigación de la etapa tardoantigua y medieval de la Cuenca Alta del Manzanares. Se planteó la posibilidad de que la posible estructura documentada a finales de los años ´90 pudiera corresponder con una ermita que, bajo la advocación de Nuestra Señora del Sacedal, pudiera estar asociada a la necrópolis. Se presentó al equipo de gobierno municipal de El Boalo, Cerceda y Mataelpino una propuesta de excavación, quienes respondieron positivamente a la idea de realizar una actuación arqueológica con participación ciudadana, ya que este es el método que aplica el Equipo A en sus actuaciones desde principios de los años 2000, con el objetivo de la integración de las comunidades locales en la defensa del patrimonio cultural y reforzando su identidad a través del descubrimiento de su propia Historia. Presentado el proyecto en la Dirección General de Patrimonio Cultural, en 2017, se inicia el proyecto con trabajos previos de retirada documentada de los restos acopiados en la finca y se realiza un estudio geofísico con georradar que permitió documentar la presencia de varias estructuras y enterramientos en la finca.
La primera campaña de excavaciones arqueológicas se realizó en 2018 bajo la dirección de la arqueóloga del Equipo A Rosario Gómez Osuna y del profesor Javier Salido Domínguez, ya que se suma al proyecto la Universidad Autónoma de Madrid, por iniciativa de la Dirección General de Patrimonio Cultural. Participa como apoyo técnico la arqueóloga Elvira García Aragón, también del Equipo A de Arqueología.
La participación de la Universidad ha supuesto contar con el asesoramiento científico de la Dra. Carmen Fernandez Ochoa, catedrática emérita de Arqueologia de la UAM y poder abordar la realización de diferentes analíticas sobre los restos recuperados, especialmente los estudios antropológicos, bajo la dirección de los Dres. Armando Gonzalez y Oscar Cambra, profesores del Laboratorio de Poblaciones del Pasado (LAPP) de la Facultad de Biología de la UAM y su equipo de apoyo. Otras investigaciones en materia de geología o fauna también han sido asumidas por diferentes departamentos de la UAM, en concreto, el Laboratorio de Arqueofauna y Dpto. de Geoquímica y Geología. Muy importantes han sido también los trabajos en materia de conservación y restauración de los materiales arqueológicos y de las estructuras del yacimiento que ha realizado el SECYR de la UAM bajo la dirección del Dr. Joaquin Barrio Martin, catedrático de Arqueología.
Las 6 campañas de excavación llevadas a cabo entre 2018 y 2023 han sido financiadas por el Ayuntamiento de El Boalo, Cerceda y Mataelpino y se han sumado cuantiosas aportaciones de la Dirección General de Patrimonio Cultural y de la Fundación de la UAM con la firma de cuatro convenios (2019-2022) para la transferencia a la ciudadanía del conocimiento generado en los trabajos de investigación. Además, la Fundación PALARQ ha financiado análisis de ADN de los individuos localizados mediante un proyecto dirigido por Javier Salido Domínguez (UAM) y Sara Palomo (UCM), cuyos resultados se darán a conocer en breve. La internacionalización del proyecto deriva del proyecto OPEN LAB Heritage for all realizado en el marco CIVIS de la UAM, también dirigido por Javier Salido Domínguez.
Hasta el momento, son tres los edificios descubiertos, y una secuencia de ocupación del yacimiento que abarca 1.000 años de historia entre los siglos VII y XVII d.C. El edificio 1 se corresponde con una iglesia visigoda que se mantiene en uso de forma intermitente hasta el siglo XVII y que sufre ampliaciones a lo largo de su vida útil. El edificio 2, situado al sur y no totalmente excavado, podría corresponder a una ermita del siglo XVII muy arrasada y con suelos de argamasa de cal y el tercero, también al sur y está definido en planta y tiene una orientación diferente a los anteriores. Dentro y fuera de los edificios, se han descubierto hasta la fecha 39 sepulturas y se han excavado 28, todas ellas de tipología visigoda en cista, o sarcófago, corroboradas por los análisis de C14 que aportan fechas entre finales del siglo VII y principios del siglo VIII d.C. Un conjunto de 14 sepulturas en fosa de niños muy pequeños, perinatales, dentro y fuera de edificio principal ha sido excavado también. Su cronología en este caso nos lleva a la primera mitad del siglo XV, cuando la primitiva iglesia visigoda se rehace y transforma en una ermita.
El yacimiento de El Rebollar está inserto en la red de asentamientos de tipo aldeano conocidos en el entorno como Navalvillar y Navalahija en Colmenar Viejo, La Cabilda en Hoyo de Manzanares o El Cancho del Confesionario, en Manzanares El Real. Su paralelo más cercano lo encontramos en la necrópolis de Remedios de Colmenar Viejo, lugar de culto de las primeras comunidades rurales cristianas del centro peninsular con sepulturas de tipología muy parecida a las de El Rebollar, y que se suman a otros yacimientos como la iglesia de Valcamino (El Berrueco) o la de San Babilés (Boadilla del Monte).
El actual equipo de gobierno municipal va a dar continuidad a los trabajos arqueológicos y de puesta en valor del yacimiento de El Rebollar por considerar que son un elemento importante en el desarrollo educativo, cultural y turístico del municipio. Con la presentación de la tercera convocatoria del Otoño Visigodo, se pretende acercar a los vecinos y visitantes la historia local de una forma amena y lúdica, sin perder de vista el rigor científico. Deseamos que también este año sean un éxito de acogida y participación.
Rosario Gómez Osuna, Javier Salido Domínguez y Elvira García Aragón
Equipo directivo de El Rebolla
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