El Balance de la Criminalidad correspondiente al año 2021 en cuanto a robos en domicilios, presenta un aumento respecto a años anteriores. Los robos de viviendas en España son uno de los delitos más comunes en nuestro país, concentrando casi el 15% del total de las infracciones penales graves. Durante el año 2020 se produjeron 72.380 robos en viviendas y en el año 2021 la cifra llegó hasta los 75.501 delitos contra la propiedad (datos del Ministerio del Interior). Para llegar a estas cifras tan altas los ladrones se especializan cada vez más y realizan lo que en criminología llamamos “actos preparatorios”. Una vez planeado el delito en lo que denominaríamos la fase de “ideación” no pasan directamente a ejecutar la acción, realizan una serie de acciones tendentes a consumar el delito y asegurar que el robo en el domicilio se desarrolle acorde a sus planes.

El numero de casas, pisos, chalets, … en España es inmenso por lo que los ladrones seleccionan aquellas viviendas en las que intuyen que puede haber objetos de valor, como joyas, aparatos tecnológicos, e incluso dinero en efectivo. Pero no solo se sienten atraídos por el beneficio económico, una máxima que interesa sobre todas las cosas a los delincuentes, es que la vivienda esté vacía para poder asaltarla con garantías. Para llegar a esta conclusión, y saber si no hay nadie en la casa, en la mayoría de las ocasiones los ladrones estudian nuestros horarios y rutinas de sus víctimas además de realizar una serie de acciones que detallamos a continuación:

Si conocen cual es tu plaza de garaje y tu coche van a controlar si el vehículo está en su plaza, sobre todo por las noches.

Para saber si pueden o no entrar en los hogares, los ladrones colocan marcadores de plástico anclados en el marco de la puerta, son trozos de plástico duro transparentes en forma de “V”. Si al cabo de varios días, estos objetos continúan en el mismo sitio y no se han caído, significa que la casa se encuentra vacía. No tiene por qué ser siempre un plástico, pueden utilizar trozos de papel, cartón, etc. Cualquier objeto que se sujete al marco de la puerta y al abrirla se caiga al suelo es válido. Como forma más sofisticada han llegado a usar un hilo de pegamento entre el marco y la puerta. Si al regresar ven que el hilo no está roto, todo indica que la casa está deshabitada.

Otra acción que cada vez tiene más auge es la de desenroscar la mirilla desde el exterior y colocar una microcámara para poder observar el interior.

También colocan trozos de goma espuma en el bombín o hilos de lana, obviamente si vemos ese tipo de material en la cerradura vamos a quitarlos para poder introducir bien la llave y eso es precisamente lo que los ladrones quieren que hagamos, dar signos de habitabilidad para descartar nuestra vivienda.

Existen más acciones como manchar con vaselina o cacao las mirillas de los vecinos de la vivienda que quieren robar durante la colocación de estas marcas para así no ser observados, reconocidos, ni tener testigos. O hacer señales en los telefonillos o marcos de las puertas.

Como hemos indicado, realizas todas, algunas o alguna de las acciones descritas si después de unos días, los ladrones vuelven y ven que las marcas siguen estando ahí, sabrán que los dueños no están.

La seguridad total no existe, pero si observamos alguna de estas marcas y avisamos a la Policía podemos evitar ser víctimas de un robo en nuestros hogares.