El equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Arroyomolinos, liderado por su alcaldesa, Ana Millán, ha mantenido esta mañana una reunión con los vecinos de las calles Álamo y Alameda cuyas parcelas se han visto afectadas por la crecida del arroyo colindante tras las lluvias de las últimas semanas.

En este sentido, el Consistorio ha querido trasladar a estos vecinos su preocupación ante esta problemática, así como les ha explicado de primera mano cuáles son las medidas en las que se está trabajando para atajar cuanto antes esta situación.

Y es que, el actual equipo de Gobierno lleva actuando en los últimos dos años en el mantenimiento y limpieza del cauce, dentro de sus competencias. Además, y tras las lluvias del pasado 1 de noviembre, se han mantenido diversas reuniones de urgencia con el fin de reclamar su implicación al resto de Administraciones competentes: Canal de Isabel II (Comunidad de Madrid) y Confederación de Hidrográfica del Tajo (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico).

Por otro lado, el Ayuntamiento, contando con los informes técnicos correspondientes, ha realizado ya las consultas pertinentes a varias empresas especializadas. Se espera recibir en breve los presupuestos y proyectos que permitan acometer cuanto antes las actuaciones necesarias para la protección del cauce. Con estas actuaciones, se pretende evitar que futuras crecidas pudieran erosionar y lavar las tierras que se encuentran bajo las parcelas afectadas.

Para llevar a cabo estas acciones, es necesario que el Ayuntamiento reciba las autorizaciones pertinentes de la Confederación Hidrográfica del Tajo (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico), administración responsable de la gestión de los recursos de dominio público hidráulico.

Asimismo, se ha solicitado al Canal de Isabel II que estudie la retirada del colector presente bajo la pasarela peatonal que cruza el arroyo a fin de que tome las medidas necesarias para evitar el posible “efecto presa”.

CARTA A LOS VECINOS

El pasado 4 de noviembre, y tras las primeras reuniones, el equipo de Gobierno informaba por carta a los vecinos afectados de las primeras medidas tomadas con carácter urgente y que consistieron en la solicitud a Canal Isabel II de que estudie la sustitución del actual tubo del colector y su elevación para evitar el “efecto presa” causado cuando hay subidas por lluvia; la petición a la Confederación Hidrográfica del Tajo de su autorización urgente para proceder a la retirada de escombros, árboles y limpieza de la zona afectada; a la misma Confederación, se le solicitó además la visita de sus técnicos con el fin de valorar aquellas medidas de urgencia que eviten que continúe la erosión de los terrenos afectados.

Por último, se pedía que -por motivos de seguridad y según los informes técnicos- los propietarios de las parcelas afectadas no se acercasen a menos de 10 metros de distancia del final de sus terrenos.

De este modo, el Consistorio consideró prioritario encontrar una solución a este problema, “y es por ello que estamos liderando la coordinación con el resto de Administraciones competentes para, entre todas las partes, atajar un problema que llevamos arrastrando demasiados años”, tal y como se afirmaba en la misiva.