Hace unos domingos se convocaron manifestaciones en protesta por el aumento de los precios del alquiler y los problemas de acceso a la vivienda. Al día siguiente, con mucho cuajo, Sánchez anunció el reparto de 200 millones de euros destinados a ayudas de alquiler para los jóvenes, le faltó iniciar la práctica bolivariana de expropiesé, aunque tiempo al tiempo, que seguro que este hito está en una de las páginas de la hoja de ruta de Pedro.

Pretende Pedro hacernos creer que regar con dinero público, va a facilitar que los pisos florezcan como amapolas en el campo. En esa misma comparecencia dijo esa frase tan populista de que no quiere una “España de propietarios ricos e inquilinos pobres”, porque para este socialismo independentista si eres propietario de una vivienda eres rico, y si tienes dos viviendas y alquilas una, eres rico y además especulador.

La historia se repite. La izquierda nos demuestra una y otra vez su falta de capacidad para gestionar, y en concreto, gestionar el grave problema de la vivienda que tiene España. En Barcelona, la izquierda capitaneada por una señora que meses antes llevaba una camiseta verde con el lema “Stop Desahucios”, una tal Ada Colau, en su empeño de intervenir el mercado de alquileres, en vez de mejorar la situación, la empeoró. Los precios aumentaron y se redujo la oferta de viviendas, y las okupaciones que vino a defender, no sólo no se erradicaron sino que fueron a más, sólo hay que ver los datos.

Las camisetas y pancartas en las manifestaciones no solucionan nunca nada, lo soluciona el sentido común y la gestión. Hay otro ejemplo que es igual de divertido que de deplorable y es el del Exdiputado y exsenador podemita Ramón Espinar, que mientras sostenía con una mano en la manifestación de hace unas semanas la pancarta con el lema: “sin casa, sin curro, sin pensión”, con la otra firmaba la venta especulativa de su propio piso.

El problema de la vivienda en España es estructural y no se puede resolver con plastes y masillas, ni a golpe de titular. De esta manera, Sánchez solo demuestra que no tiene un plan de vivienda para España. ¿Dónde están las 180.000 viviendas que prometió durante sus campañas electorales? A este ritmo, lo único que le quedará será seguir ampliando su consejo de ministros para que más españoles puedan acceder a una vivienda, tal como ya hacen la mitad de los miembros de su propio gobierno.

Lo cierto es que Sánchez no muestra ni el más mínimo interés en resolver este problema. Además, los resultados de la Ley Estatal de Vivienda aprobada en 2023 han sido desastrosos: ha reducido la oferta de viviendas, ha disparado los precios, ha fomentado la okupación y se ha incrementado la inseguridad jurídica.

En cambio, el acceso a la vivienda sí es una prioridad para el gobierno de la Comunidad de Madrid. Además, somos plenamente conscientes de que Madrid, debido a su potencial, es una de las regiones donde los precios han sufrido un incremento mayor, al igual que en otras grandes ciudades como París, Nueva York o Londres. Nuestra región recibe a más de 10.000 personas al mes, lo que equivale a unos 120.000 nuevos madrileños al año. Estamos hablando de que recibimos cada año a una población equivalente a algunas capitales de provincias españolas.

Por ello, desde el gobierno autonómico defendemos un marco de colaboración público-privada donde se pueda garantizar el acceso a la vivienda, sin intervenciones, ni ocurrencias, ni medidas que son papel mojado. Porque ya conocemos las políticas que funcionan: liberalizar suelo, garantizar seguridad jurídica, ofrecer ayudas e incentivos fiscales a los propietarios y establecer límites firmes a la okupación y la inquiokupación.

En esta línea, desde el gobierno de la Comunidad de Madrid en el proyecto de Ley de Presupuestos Generales 2025, hemos incrementado el presupuesto destinado a Vivienda, concretamente, un 34% con respecto a este año. Una cifra total de 3.290 millones de euros, de los cuales 669 millones los vamos a destinar exclusivamente para ampliar la oferta de la vivienda en nuestra región.

Aprovecho para destacar el Plan vive, un programa de alquiler en colaboración público-privada que permitirá a los madrileños, especialmente a los más jóvenes, acceder a más de 3.000 viviendas a precios asequibles en nueve municipios de la región: Torrelodones, Alcalá de Henares, Colmenar Viejo, Getafe, San Sebastián de los Reyes, Tres Cantos, Móstoles, Alcorcón y Valdebebas, en la capital. También vamos a destinar más de 228 millones de euros a la Agencia de Vivienda Social, un 25% con respecto al último año, para la construcción de 1.600 viviendas para aquellos madrileños que más lo necesitan, los sectores más vulnerables y aquellos con menos recursos.

Por otra parte, también hemos reforzado el programa de Mi Primera Vivienda, una iniciativa destina a jóvenes de hasta 40 años, familias monoparentales, numerosas o que hayan tenido un hijo o adoptado, para que puedan adquirir su primera vivienda. Se trata de un programa que ya ha beneficiado a 3.000 madrileños y, para su tercera edición, destinaremos 25 millones de euros. Y, como novedad, vamos a ampliar la oferta con una línea de préstamos para la promoción de inmuebles con protección pública a través de Avalmadrid.

Nuestro objetivo es que todos los madrileños, independientemente de su situación, puedan acceder a una vivienda. Queremos que cada persona elija si quiere formar una familia, emprender nuevos proyectos personales y profesionales y, en definitiva, tenga la oportunidad de cumplir sus sueños, pero lo pueda hacer en libertad.