La agricultura 4.0, también conocida como agricultura inteligente o agricultura de precisión, representa un cambio transformador en el sector agrícola, impulsado por la integración de tecnologías de vanguardia y la toma de decisiones basada en datos. Esta nueva era de la agricultura tiene como objetivo optimizar las prácticas agrícolas, aumentar la productividad, reducir el consumo de recursos y promover la sostenibilidad. Al aprovechar el poder del Internet de las cosas (IoT), la inteligencia artificial (IA), los macrodatos y otras tecnologías avanzadas, nuestros horticultores pueden tomar decisiones más informadas, optimizar las operaciones y contribuir a un futuro más ecológico y eficiente.

Esta agricultura hace suyos los objetivos de la nueva Política Agrícola Común, la conocida PAC, 2023-2027. Además, todas las operaciones que se realicen deberán quedar registradas en un cuaderno de campo digital que deberá sustituir, después de varios aplazamientos, al cuaderno en papel y que será realidad para algunas explotaciones en enero de 2024.

¿Pero qué hemos hecho en estos seis primeros meses del año para acompañar desde ADI Sierra Oeste a implementar este cambio de paradigma en las huertas de la región?

Lo primero ha sido realizar una intensa labor de trabajo de campo.  

Un equipo técnico formado por dos ingenieras agrónomas ha visitado a cada uno de los horticultores y viticultores, buscando a los posibles veintiocho beneficiarios del programa para conocer su realidad, la situación de sus explotaciones, cultivos, nivel de tecnificación del riego y sus inquietudes.

Quizás haya sido la parte más bonita del proyecto, nuestro mayor enriquecimiento personal y profesional, el poder ponerle cara y voz a los agricultores para los que hemos buscado la mejor solución.

Paralelamente hemos realizado una labor de investigación de las diferentes propuestas que podían encajar en las diferentes explotaciones. Para ello hemos contactado con más de una decena de proveedores y hemos probado en el terreno durante dos meses más de 7 posibles soluciones. Todo el trabajo realizado nos podría servir para escribir más de un artículo en alguna revista especializada, pero lo importante es que nos ha permitido poder ver en el terreno, mano a mano con los horticultores que han colaborado en los ensayos, los pros y los contras de las soluciones propuestas. Dándole feedback a los proveedores, información que si se valorase valdría oro, de los puntos fuertes y débiles de sus equipos.

Finalmente, con toda la información recabada hemos confeccionado un borrador de cómo queríamos que fuese nuestra solución ideal. Para conseguirla hemos dispuesto un concurso público y hemos llegado a la solución que mejor cumple los criterios básicos que hemos ido desarrollando a lo largo de los ensayos y conversaciones con los agricultores.

Uno de los requisitos es que la solución debía ser compatible para todo tipo de agricultor, independiente de su nivel de tecnificación del riego, que le empoderara para poder tomar las mejores decisiones y que para tomarlas no tuviera que depender de la validación por parte de terceros.

La solución: IKOS Controller Proaqua

La solución finalmente se llama IKOS Controller Proaqua. El equipo consta de dos tensiómetros digitales que simulan dos raíces artificiales que recaban datos sobre la tensión que necesita la planta para extraer agua del suelo.

Por otro lado, cuentan con una serie de sensores en el terreno que aportan datos de humedad relativa, conductividad eléctrica y temperatura del suelo. Una sonda de radiación PAR nos permite controlar la intensidad lumínica que le llega al cultivo.

Todos estos datos, casi 1000 diarios, sirven de información para que la joya de la corona, el algoritmo “raindrop”, el cual los integra, aprende y emite sus recomendaciones sobre la dotación y frecuencia de riego al agricultor, todo ello desarrollado por la empresa almeriense IKOSTECH reconocida como la start-up más innovadora de Andalucía en los Premios Emprende XXI de CaixaBank.

Las recomendaciones, aparecen en la pantalla del móvil o en el ordenador, y que a través de diferentes códigos escritos y de colores van a permitir al agricultor ver un “Gran Hermano” real del estado del riego en su explotación. Una serie en modo abierto las 24 horas solo con la obligatoriedad de tener un dispositivo móvil y datos para poder seguirla en tiempo casi real con un retardo de 12 minutos.

Ahora comienza lo más apasionante, la fase final. La instalación de los equipos, formación y acompañamiento de los agricultores durante los próximos dos años. Integrar nuevas tecnologías supone un esfuerzo titánico cuando en muchos casos hay que romper una brecha digital de uso.

Con pasión y esfuerzo por parte de los agricultores, aprendices en este caso, con el acompañamiento del proveedor y de ADI Sierra Oeste creemos que al finalizar la próxima cosecha habremos conseguido optimizar al máximo los recursos disponibles, aumentando la productividad y cuidando mejor al planeta.

Hemos contado en estas líneas uno de los muchos ejemplos de cómo la inteligencia artificial nos puede ayudar a conservar mejor nuestro planeta. Porque gracias a hacer un uso más eficiente del agua del riego, que en la mayoría de los casos lleva productos como fertilizantes añadidos, se consigue un ahorro aproximado de un 30% en la cantidad de agua y abonos que se emplean. Un ahorro que nos va a ayudar a cumplir con 4 de los 17 ODS: numero 7 (energía sostenible y no contaminante), número 12 (producción y consumo responsables), número 13 (acción por el clima) y número 15 (vida de los ecosistemas terrestres).

El uso de esta tecnología, la toma de decisiones basada en datos, les va a permitir a nuestros agricultores poder tomar decisiones informadas que optimizan el uso de recursos, mejoran el rendimiento de los cultivos y protegen el medio ambiente.

 A medida que la población mundial sigue creciendo adoptar estas innovaciones se vuelve crucial para satisfacer la demanda mundial de alimentos y salvaguardar los recursos de nuestro planeta para las generaciones futuras.

 Recordemos para finalizar que el origen de la vida fue en el agua y nuestra misión debe ser cuidarla porque así protegemos a la vida.

Esta iniciativa se enmarca en la ejecución del Convenio-Subvención suscrito entre la Comunidad de Madrid y los tres Grupos de Acción Local (Aracove – Galsinma - ADI Sierra Oeste de Madrid), en fecha 23 de septiembre de 2022, para el desarrollo de proyectos de emprendimiento y microempresas, con cargo a los citados Fondos Europeos procedentes del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia y está financiado por la Unión Europea a través de los Fondos “New Generation”.