El fin siempre es el mismo; hablar de moda en internet y subir a nuestro blog y redes sociales las fotos de nuestras creaciones, sobre todo Facebook e Instagram. Somos generadores de moda y tendencias, y los seguidores esperan mucho de nosotros. No podemos, ni debemos, defraudarles.

Los llamados influencers son una parte más de la industria de la moda. El mundo blogger ha cambiado mucho últimamente. Las firmas de moda empezaron a trabajar con ellos y hoy somos una pieza clave en las estrategias de marketing. Somos muy rentables si encajamos con el target de la marca, reforzamos la reputación online y llegamos a un público a los que antes no teníamos acceso. Algunos de ellos han hecho de esto su profesión y bien de gala que hacen de ello. Sus publicaciones tienen un gran alcance y las marcas pagan mucho dinero por ello.

El trabajo de bloggero exige una renovación e innovación continua. El mundo de la moda es muy cambiante y es necesario adaptarse continuamente. Las redes sociales son herramientas vitales hoy en día, y conocer su uso se hace vital. Instagram se ha hecho la reina de las redes sociales y sus stories el campo dónde éstas se mueven a sus anchas.

La influencia es un esfuerzo diario sin tener en cuenta si es diario o fin de semana. Nos debemos a las marcas y los clientes, y estos están todos los días de la semana. Por eso este trabajo no es tan fácil como muchos creen. Somos autónomos y no podemos casi ni ponernos enfermos. Es la crudeza del trabajo por cuenta propia. No solo nosotros, cualquier autónomo o trabajador por cuenta ajena sabe de lo que estoy hablando. Crear contenido diario, que este sea de calidad y genere likes es misión dura y trabajosa.