MUNDO ANIMAL | La edad del tiempo…
¿Qué es más importante, la edad cronológica o la edad biológica?
La edad cronológica es la edad real que se tiene por el paso del tiempo, no se puede modificar, los años pasan y no se puede frenar.
Pero, ¿Qué pensáis respecto a poder cambiar la edad biológica? La edad biológica es individual de cada animal. Depende de sus hábitos de vida, de su alimentación, del ambiente, de su estado físico … entre otros. Y ¿En qué manera podemos nosotros intervenir en mejorar su calidad de vida? Pues tiene una respuesta muy intuitiva y que todos deberíamos conocer. La clave está en un nivel de ejercicio adecuado, una dieta acorde a su edad y estado general, y sobre todo, evitar la obesidad. El exceso de grasas de nuestros peludos es el principal factor desencadenante de un sinfín de problemas futuros tales como, el síndrome metabólico, alteraciones del tiroides, diabetes, resistencia a la insulina, exceso de cortisol, hipertensión, alteraciones cardiacas, trombosis, problemas articulares, alteraciones de su permeabilidad intestinal…
Cuando nuestro peludo va envejeciendo, lo primero en lo que nos fijaremos es en los cambios físicos propios del paso del tiempo, cambio en el color del pelo, ya no nos escucha cuando le hablamos o se hace el sordo, aparece una opacidad blanquecina en los ojos, su grasa se va distribuyendo de forma diferente en su cuerpo, cambia su manera de caminar, incluso ya no sube y baja escaleras como antes y, además, tiene cambios en su comportamiento.
En el envejecimiento también influye el tamaño, sexo y raza. Hay ciertas razas predisponentes a padecer tumores, enfermedades cardiacas, degeneraciones articulares y en esto, el tamaño también influye, las razas gigantes envejecen antes que las medianas y pequeñas. Los gatos son mucho más longevos y los problemas de riñón son su top, ya que un alto porcentaje de ellos tendrá insuficiencia renal antes de cumplir los 15 años.
Cada vez hay más estudios sobre el deterioro cognitivo que sería parecido al de los humanos. Este síndrome de disfunción cognitiva es una enfermedad progresiva ligada a la edad y disminuye su capacidad de actuar frente a estímulos. Cursa con confusión, problemas de memoria, alteración del ciclo del sueño, fobias y miedos, quedarse mirando a un punto fijo, orinar y defecar en sitios no deseados, entre otros síntomas. Podremos usar vitaminas tipo b12, antioxidantes, omega 3 y probióticos para ralentizar la progresión de la enfermedad.
El objetivo fundamental será realizar protocolos preventivos para mejorar sus expectativas de salud. Revisiones periódicas cada 6/12 meses con analíticas sanguíneas, tiroides, orina, peso, auscultación cardiaca y tensión. Actividad física para disminuir la obesidad y mejorar su función cognitiva; dietas bajas en grasas y diferentes según su enfermedad. Evitar la pérdida de musculo y controlar el dolor de sus articulaciones.
Necesitamos que tengan una buena calidad de vida y sobre todo un diagnóstico precoz de enfermedades provocadas por el envejecimiento y así poder enlentecer la progresión de los síntomas.