ELCA

De Ayuso al cielo

De Ayuso al cielo

 

Pongamos que hablo de Madrid. Pongamos un símil. Imaginemos una gran empresa, solvente, cohesionada, levantada con no poco esfuerzo por un equipo humano más o menos bien avenido, con unos estatutos fundacionales que se respetan y son la base sobre los que encaja y se sustenta su engranaje empresarial, y gestionada por un ejecutivo que busca la máxima prosperidad de la compañía para el beneficio común de todos. Ahora, cambiemos el escenario. Imaginemos que desde su Consejo de Administración, uno de los miembros quiere llegar al puesto de director a toda costa, pero no con el objetivo de desarrollar y hacer crecer la empresa, sino todo lo contrario: dividir y enfrentar al personal, quemar los estatutos que le dan estabilidad y viabilidad, y quebrar su prosperidad hasta sumirla en la ruina más profunda. Visto así, es tan sencillo observar lo absurdo. Resulta tan fácil comprender que nadie en su sano juicio apostaría por ese segundo escenario… sin embargo haberlos, los hay -con o sin juicio-.

Pablo Iglesias representa ese absurdo; es más, él es el absurdo en sí mismo. Como vicepresidente segundo de un Gobierno -igualmente absurdo-, no ha cesado ni un solo instante de luchar por el quebrantamiento de España, de su unidad, de su Constitución, de sus instituciones -con especial fijación en la Corona-. Con su manipulación dialéctica y su violencia verbal ha contribuido a la división entre españoles, ha fomentado los escraches como “jarabe democrático”, a veces ha arengado a sus seguidores a tomar las calles y otras, simplemente, ha justificado la violencia callejera con un guiño de silencio cómplice, incluso llegó a reconocer públicamente de forma totalmente obscena que le había “emocionado ver cómo unos manifestantes agredían a policía”. Este es Pablo Iglesias Turrión, su carta de presentación en desmanes podría ser infinita…

Ahora, el líder podemita, ha colgado su atuendo de vicepresidente segundo de España, para descender a las arenas del coliseo madrileño. Este representante de lo absurdo, quiere llegar a la Dirección de la Comunidad de Madrid a toda costa para seguir enfrentando y dividiendo, para tumbar la estabilidad de los madrileños y para quebrar y arruinar la economía más próspera de nuestro país, por algo, motor de España.

Pero Madrid es mucho Madrid. En Madrid no tiene cabida quien afirma que hay que asaltar el cielo, porque aquí ya sabemos que… de Madrid al cielo. Sin violencia, sin represión, sin que nos frían a impuestos, sin que nos impongan cómo debemos actuar o pesar, en definitiva, sin someternos.

Madrid es alegría de vivir, es multiculturalidad, es arte en las calles y en los museos, es bullicio metropolitano. Es prosperidad, es catapulta del emprendimiento, escaparates a los que asomarse, infinitas empresas y comercios.

Madrid también es campo, tierras cultivadas con esfuerzo, bellísimos pueblos cargados de tradición, patrimonio histórico y natural, y parajes de ensueño.

Madrid es gastronomía, es el cañeo de los domingos, y la cultura de bares y restaurantes que son nuestro histórico punto de encuentro.

Esta forma de entender la vida es como dice la presidenta Isabel Díaz Ayuso ,“vivir a la madrileña”. Es el modelo de gestión en libertad y respeto que ella abandera. Y, sin ningún género de duda, a los madrileños nos gusta “vivir a la madrileña”, esto es, nos gusta ser libres y queremos seguir siendo libres. Por ello, si Pablo Iglesias quiere asaltar nuestras calles para, posteriormente, conquistar el cielo, tendrá en frente a todos los madrileños. Y tendrá que batirse el cobre con Isabel Díaz Ayuso y la auténtica libertad que ella representa.

Visto 3043 veces

Más en esta categoría:

¡Ven a conocer lo mejor de MadRural!

OPINIÓN

Go to top
JSN Time 2 is designed by JoomlaShine.com | powered by JSN Sun Framework