Mientras Isabel Díaz Ayuso viajaba este mes de abril a Quito, con el objetivo de fortalecer los lazos económicos y culturales con Ecuador y atraer más prosperidad a la Comunidad de Madrid, Pedro Sánchez viajaba a China para reunirse con el dictador comunista Xi Jinping, no sabemos muy bien con qué fin, aunque sí cuál fue el resultado: poner en un nuevo brete diplomático internacional a España al manifestar su acercamiento al gigante asiático en plena crisis arancelaria con Estados Unidos.  Pero Sánchez tiene ya la costumbre de dejar la imagen internacional de España por el subsuelo allá por donde va… Nada nuevo bajo el sol.

En esto de las crisis diplomáticas Sánchez no tiene exclusividad. Recordarán cómo el ministro de Transportes, Óscar Puente, la lio parda insultando al presidente argentino Milei a quien acusó públicamente de consumir ciertas sustancias.

Sánchez y sus ministros de pacotilla no están gobernando España. Desde los ministerios no se está trabajando en pro de los españoles, sino todo lo contrario. Los señores ministros están dedicando su tiempo y esfuerzo, y los recursos económicos y humanos de los ministerios para destruir, fracturar, desestabilizar, mentir, perseguir y amenazar, da igual si es a jueces, instituciones, periodistas o artistas. Incluso para colocar a dedo a prostitutas y enchufados, pagados con el dinero público procedente de los abultadísimos impuestos que debemos afrontar todos los españoles.

Si tuviera un ápice de ética, Óscar Puente -el rey de tuit-, debería estar trabajando para solucionar urgentemente el gravísimo problema que padece la red ferroviaria española que vive sus peores momentos con averías e incidencias día sí, día también, tanto en cercanías como en larga distancia. Sin embargo, desde su flamante despacho del Ministerio, se dedica insultar, perseguir y amenazar, a golpe de tuit a diestro y siniestro.

Qué decir de Óscar López, ministro de Transformación Digital, cuya carrera política ha crecido de forma meteórica, desde que fuera presidente de Paradores, justo en la época en la que a Ábalos le gustaba de hacer sus fiestas locas en estos establecimientos.

Respecto a la gestión de Fernando G. Marlaska en Interior, cabría decir que es tan nefasta que resulta obscena. Este 24 de abril, la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) publicaba un tuit que en dos palabras lo resumía todo: “Marlaska dimisión.” Nuestros Cuerpos y Fuerzas de Seguridad trabajan cada día jugándose la vida, carentes de los mínimos medios necesarios para cumplir con eficacia y seguridad su servicio a la patria.

Marlaska, Puente, López, Bolaños, Alegría, Montero… ministros de pacotilla.

Pedro Sánchez no ganó las elecciones, no tiene el respaldo del pueblo español y su gobierno Frankenstein resulta de una unión impostada de grupos políticos cuyo interés no es España, sino sacar la máxima tajada. Presuntamente la tajada da para mucho y por eso Sánchez tiene a su mujer imputada, también a su hermano, a su núcleo duro político de máxima confianza, a su Fiscal General del Estado… Por cierto, se han podido recuperar los mensajes que el Fiscal General borró de su móvil cuando conoció que iba a ser investigado, y se han incorporado a la causa. Prepárense porque puede arder Troya.