Querido lector:

Ya es tradición desearte feliz Navidad y todo lo mejor para el año nuevo en estas líneas.

Y las quiero aprovechar para animarte a disfrutar de la magia de la Navidad, volver a ser niños y saber apreciar su verdadera esencia. En estos días, creyentes y no creyentes celebramos nuestra cultura, que hunde sus raíces en Grecia y Roma, en nuestro legado judeocristiano. Esto inspira la mayoría de nuestras leyes, costumbres y valores, siendo la libertad y la vida los más preciados.

Con la Navidad celebramos el nacimiento del Niño Dios en un pesebre. Celebramos la luz, el amor, la familia. No cabe mayor humildad. Por eso animo a no dejarnos nublar por las cuestiones meramente materiales, que con los años nos dejan vacíos. Hay personas en el mundo que atraviesan guerras, éxodos, hambruna. Sin embargo, celebran la Navidad con ilusión y esperanza. Porque celebran el milagro de la vida, el calor de los suyos, de saberse con ganas de un futuro mejor.

Además hay muchas personas cerca de nosotros que también sufren. Bien porque están solas y nadie cuenta con ellas, porque tienen problemas y no tienen a quién acudir. Porque tienen alguna discapacidad que les complica extraordinariamente la vida, porque una enfermedad o la falta de recursos económicos les dificulta el día a día.

Esa herencia cultural nos hace tener presente al prójimo, saber respetarle y atenderle. También a la persona mayor, a la infancia.

Es momento de pensar en cómo prosperar todos juntos y de agradecer a tanta gente que con profesionalidad y humanidad cuida de todos: voluntarios, médicos, enfermeros, fuerzas y cuerpos de seguridad, fuerzas armadas, misioneros…

También es momento de sentirnos orgullosos de todo lo logrado como sociedad en estas décadas, desde que en la Transición, decidimos levantar juntos esta Nación de ciudadanos libres e iguales ante la Ley y las oportunidades sin importar colores políticos o formas entender muchos debates. Como debemos estar orgullosos de trabajar, vivir o estudiar en la región capital de España, la de todos, donde todos somos un madrileño más desde el primer día, con su acento propio, con sus sueños, metas y aspiraciones.

Con esta pasión por la vida y la libertad, me despido. Y aprovecho para felicitar a todos los profesionales que hacen este magnífico periódico Sierra de Madrid, decano de la prensa de nuestra región, que llega a casi medio centenar de municipios y que ejerce el periodismo desde hace 40 años al servicio de los madrileños.

Feliz Navidad y próspero año nuevo.

Isabel Díaz Ayuso
Presidenta de la Comunidad de Madrid