Desde el día 10 al 16 de enero, el alcalde de Navas del Rey, Jaime Peral, y el concejal de Deportes, Alberto Moreno, han viajado hasta Ucrania para entregar en persona, el material humanitario que durante la Navidad se ha ido recogiendo por el Ayuntamiento de la localidad, gracias a la generosa entrega de los vecinos caseros.

El regidor y el concejal han realizado un esfuerzo ímprobo, conduciendo ellos mismos la furgoneta que contenía la ayuda humanitaria, turnándose al volante y con jornadas de conducción con una duración media de 17 horas diarias.

El día 10 de enero, a las 5.00h. de la mañana, partían ambos desde la Ermita de San Antonio, con 3.600 km por delante. La travesía ha transcurrido por Francia, Alemania y Polonia, hasta llegar a Ucrania, para entregar los artículos recaudados, a los vecinos de la localidad de Borodyanca, ubicada a solo 50 km de la capital, Kiev.

En el transcurso del viaje, Jaime Peral habló con Héctor Sin para los micrófonos de Radio Sierra Madrid, explicando que “Somos conscientes de las necesidades que está pasando el pueblo ucraniano, tenemos familias ucranianas en Navas del Rey que nos van contando y nos van diciendo cómo está la situación. Por ello, nosotros pensamos en qué podíamos echarles una mano, porque cuanto más te cuentan, más se te ablanda el corazón”.

“Durante estas Navidades hemos solicitado ayuda para la recogida de ropa, medicinas, calzado, mantas, etc., y con todo ello hemos llenado la furgoneta hasta arriba y ahora llevamos todos estos artículos donados por los vecinos de Navas del Rey, a Ucrania. Ha sido una decisión valiente, pero es lo que nos ha dictado la conciencia. Cuando veamos las caras al repartir la ayuda, habrá merecido la pena” afirmaba el regidor.

Borodyanka es una de las ciudades que más ha sufrido los horrores de la guerra. Donde más atrocidades ha cometido el ejército invasor y donde se han perpetrado los mayores delitos y barbaries contra civiles. Allí, toda ayuda es insuficiente para paliar los efectos del conflicto.

El lunes 16 de enero, el viaje llegaba a su fin. Jaime Peral y Alberto Moreno, pusieron punto final a su viaje, llegando directamente a la Ermita de San Antonio, punto desde el que habían iniciado el viaje, para agradecer al santo su vuelta a salvo “agotados, pero contentos por la misión cumplida”.