Madrid pertenece, sin duda, a esa élite de ciudades excepcionales y magníficas en las se puede encontrar prácticamente todo lo que uno pueda imaginar. Desde el kilómetro cero, a callejuelas estrechas que antaño recorrieron bandoleros, rascacielos inclinados, estanques, palacios, basílicas, fachadas con placas de ilustres personajes, fuentes de míticas deidades, museos fabulosos, hoteles emblemáticos… Y, en pleno corazón de la capital, en la Plaza de las Cortes número 7, y enfilando la carrera de San Jerónimo, se levanta majestuoso uno de esos hoteles emblemáticos que ya forman parte de la historia de la ciudad, el hotel Westin Palace, tradicionalmente conocido como Hotel Palace.

El Hotel Palace fue construido como una sugerencia especial del rey Alfonso XIII al belga George Marquet, empresario hostelero, siendo erigido en quince meses, y abriendo sus puertas el 12 de septiembre de 1912. En aquel momento llegó a ser el hotel más grande de Europa y, también, uno de los más novedosos, ya que incorporó teléfonos e inodoros en cada habitación. Sin duda, todo un lujo para la época.

Este emblemático hotel, ha atravesado momentos muy diferentes a lo largo de su centenaria historia. Durante la Guerra Civil española llegó a convertirse en un hospital militar, pero también, ha sido testigo de incontables fiestas en sus salones de baile y de jazz. ¡Si estas paredes pudieran hablar!

Hoy, en su planta baja, podemos disfrutar de un lugar singular donde degustar una de las mejores cocinas tradicionales chinas de la capital, el restaurante Asia Gallery Madrid. Atravesar el umbral de este exótico lugar, implica dejarse envolver por la magia de una cuidada decoración que nos traslada a la China de los años 20. La madera lacada, los delicados dibujos estampados sobre telas de seda, los faroles de papel y las bellas bomboneras de porcelana, le dan un toque acogedor, preparándonos para disfrutar de su cocina, en la que priman platos de tradición cantonesa y pekinesa.

Asia Gallery ofrece dos menús de degustación diferentes, y una carta que rebosa delicias como la ensalada de pato crujiente, el mushi de langostinos, o el dumpling de pato con boletus y foiegras, entre sus entrantes. En la sección de mariscos, el langostino y curri rojo, la lubina al vapor con jengibre y chalotas, y el bacalao negro al horno marinado en miso, son algunos de sus imprescindibles.

Además de arroz perfumado y distintos tipos de tallarines, he de señalar que cocinan con especial destreza los platos de carnes y aves. Merece la pena degustar el pollo con limón y frutas exóticas, la codorniz marinada y salteada en chili, el pato asado estilo cantonés, el magret de pato en salsa de ciruela, y el auténtico pato lacado estilo Pekín que sirven con crepes, puerro y pepino. Y para completar la carta, una amplia selección de vinos nacionales e internacionales.

Asia Gallery lleva quince años deleitando los paladares más exóticos. Espero que siga escribiendo su historia junto al centenario Hotel Palace que lo alberga.