Estoy convencida de que todos recordarán la mágica historia que narra el cuento del rey Midas, un hombre bueno al que el dios Dionisos le concedió la capacidad de convertir en oro todo cuanto tocaba. Pues en sentido figurado y salvando las preceptivas distancias, cada vez de forma más constante, se me viene este personaje fantástico al recuerdo, con cada logro, cada iniciativa pionera, cada idea original o cada medida extraordinaria que logra sacar adelante Isabel Díaz Ayuso.

La presidenta Isabel Díaz Ayuso es la “reina Midas” de todos los madrileños, porque está consiguiendo encumbrar la Comunidad de Madrid a nivel nacional e internacional, a unos niveles que los ciudadanos de Madrid nunca hubiéramos imaginado.

Díaz Ayuso ha conseguido que Madrid sea, a partir de 2026, la sede del Gran Premio de España de Fórmula 1; y el 22 de abril Madrid acogerá la gala de entrega de los prestigiosos Premios Laureus, tomando el relevo a la ciudad de París…

Madrid está de moda por el auge de su cultura; por el impulso que se está dando a su patrimonio histórico, artístico y natural; por el apogeo de una gastronomía que Díaz Ayuso está haciendo crecer de la mano de los productos madrileños con Certificado de Calidad M de Madrid, y de los vinos de Madrid, cada vez más conocidos y reconocidos a nivel regional, nacional e internacional.

Isabel Díaz Ayuso ha convertido Madrid en el escenario ideal para que inversores de todo el mundo quieran implantar aquí sus negocios, sabedores de los beneficios que reportan las políticas económicas y fiscales que el ejecutivo regional está aplicando y que les garantizan principios básicos como la libertad y la seguridad jurídica para su mayor desarrollo.

Madrid es líder en turismo, con casi 10 millones de turistas en el último año.   Nuestra región se ha consolidado como el motor económico de España, logrando ser por quinto año consecutivo ser la primera economía de España con un 19,4% del PIB nacional. Y así, hasta un largo etcétera.

A Isabel Díaz Ayuso el dios Dionisos no le ha regalado la capacidad de convertir en oro todo lo que toca, sin embargo a base de esfuerzo, trabajo, inteligencia y empatía,  está logrando generar unos niveles de desarrollo, crecimiento y calidad de vida, que para los madrileños de Madrid o de fuera de Madrid, valen su peso en oro.