Las obras, destinadas a mejorar la calidad de vida de los vecinos, incrementar la identidad del lugar y adecuar su estética al entorno natural y cultural, abarcan el tramo que va desde el parking público hasta el cuartel de la Guardia Civil, a fin de renovar el pavimento dotándolo de las condiciones de ornato, seguridad y accesibilidad adecuadas a la normativa actual.
“El objetivo es favorecer la movilidad y la accesibilidad de los peatones, creando un espacio renovado, libre de obstáculos, que priorice al peatón sin menoscabar el correcto funcionamiento del tránsito rodado”, como explica el alcalde, Santiago Villena.
Además, se pretende unificar y homogeneizar el acabado de las nuevas aceras con baldosas de granito de gran formato “para recuperar la esencia y estampa local, históricamente ligada a la piedra”.
La actuación incluye también la renovación de alcorques, señalización vial y mobiliario urbano y la disposición de pavimento podotáctil o de tacto visual, que mediante un relieve particular permite ser detectado y reconocido fácilmente por las personas con discapacidad visual.
Una vez licitado, el proyecto tendrá un plazo de ejecución de seis meses.