En septiembre de 2020 publicábamos en el Periódico Sierra Madrid un editorial con el título “Los cojones de Ayuso”.  Desde entonces, han pasado más de 1.500 días en los que los madrileños hemos vivido episodios de todo tipo y naturaleza… algunos previsibles y otros inimaginables, pero en todos y cada uno de ellos hemos contado con un denominador común: las ganas de nuestra presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso. Ganas que nos ha mostrado de forma permanente y constante a través de su esfuerzo y su infatigable entrega, de su valentía, de sus ideas claras para acometer iniciativas pioneras que han posicionado a la Comunidad de Madrid en el ranking de los mejores lugares para invertir, para disfrutar de la cultura, para elegir la educación con libertad, para sentirse protegido gracias a una sanidad de calidad, para tapear y para vivir a la madrileña.  Ideas que también han sido preclaras para resolver con eficacia problemas y dificultades cuando han venido mal dadas.

Las políticas económicas liberales del gobierno de Ayuso han consolidado la región de Madrid como el motor económico de España, precisamente en uno de los peores momentos para la economía española, en el que estamos padeciendo precios asfixiantes en los combustibles y en la factura de la luz, costes estratosféricos en la cesta de la compra… ¿sigo? Pues sí, Sánchez sube los impuestos y, además, castiga a Madrid por rebelarse contra su autoritarismo enfermizo y desproporcionado. Por el contrario, Isabel Díaz Ayuso ha anunciado que aplicará una nueva rebaja en el IRPF de medio punto, que se sumará al mismo tramo que ya aprobó en 2021, para seguir ahondando en la reducción de la presión fiscal que desde 2019 viene practicando.

Frente a la “kultura” de la “okupación” que defiende la izquierda en su eterna batalla contra la propiedad privada (por supuesto, siempre la ajena), Ayuso ha lanzado iniciativas como la Oficina antiokupas en Madrid, y ha puesto en marcha el nuevo servicio 112 Ocupación que ofrece atención inmediata a los propietarios de los inmuebles ocupados ilegalmente, entre otras medidas.

Mientras que el gobierno de Sánchez arremete una y otra vez contra los empresarios, los autónomos y los emprendedores, y lo hace de forma burda señalando con nombres y apellidos a quienes a través de sus empresas crean puestos de trabajo y generan empleo y riqueza para nuestro país, en el bastión madrileño que defiende Ayuso se ofrece apoyo al emprendedor con ayudas y bonificaciones, se trabaja infatigablemente para atraer inversión a nuestra región y se potencia el Producto de Madrid a nivel autonómico, nacional e internacional, sacando pecho por lo nuestro, por nuestro aceite y nuestros vinos, nuestras carnes y productos de la huerta, así como la artesanía, la industria y nuestro sector servicios.