Tiene apenas 20 años y es concejal de Juventud de Torrelodones. Buena estudiante, estupenda hija, magnífica compañera. Ilusionada con Nuevas Generaciones del PP. El pasado 17 de octubre asumió en nombre del PP la defensa de la moción que, en materia de inmigración, presentó el grupo VOX. Aguantó estoicamente siete minutos en que la Concejal de Servicios Sociales (VOX) faltaba al respeto a no pocos de los presentes: “Llévense a los inmigrantes a su casa” y no sé qué de machetes y violaciones, dijo Palacios en su exposición inicial. Dejé de escuchar. Violencia pura.  No sé si Manuela hizo lo mismo. 

Llegado su turno, la joven popular plantó cara y terminó su intervención con una pregunta dirigida a la concejal de VOX: “¿Cuántos inmigrantes irregulares hay en Torrelodones? Si tiene los datos, dénoslos. Si no los tiene, dimita por dejación de funciones”. Es evidente, ¿verdad?

Sonsoles Palacios, en lugar de humildemente decir que aportaría los datos, se enfadó. Creo que ni tan siquiera entendió lo que le habían preguntado. Y decidió ir contra la más joven. “Quizás es inculta por su corta edad”, le espetó la concejal de VOX. Manuela aguantó. “Deje de hacer deberes en el Pleno”, soltó la cotilla del visillo verde. Manuela aguantó. El Pleno terminó.

Lo que no sabíamos es que todo un portavoz nacional de VOX y su cuenta oficial iban a señalar en la red X  a una joven de 20 años. ¿Para tapar la incompetencia de la señora Palacios? Más de 150 mensajes deseando que sea agredida sexualmente o físicamente, denigrando su apariencia o su forma de ser fueron la consecuencia del señalamiento.

Pero Manuela, que vale mucho más que todos sus acosadores y los instigadores del acoso, ha hecho lo que hay que hacer: presentar denuncia. Confiamos en la Justicia. Y queremos a Manuela.