El acto “cargado de emoción y simbolismo” celebrado esta entrañable tarde del 2 de febrero, festividad de la patrona, la Virgen de las Candelas, volvió a lucir “como el más relevante de cuantos celebra el Ayuntamiento de Valdemorillo a nivel institucional a lo largo del año”. Con un Auditorio lleno de público, las Fiestas Patronales han vivido unos de sus más intensos y emotivos momentos para, como destacó el alcalde, Santiago Villena, “condecorar a aquellos vecinos que con su esfuerzo y dedicación nos distinguen como pueblo”  

En el caso de los distinguidos este año, el regidor insistió en que “todos ellos son un ejemplo, un estímulo, un motivo que da sentido al esfuerzo de una vida porque encarnan esos valores que necesitamos para levantarnos todos los días y perseguir nuestros objetivos o nuestros sueños: la dedicación, la pasión, la perseverancia, la generosidad, una entrega vocacional y, por encima de todo, una apabullante humildad”.

Previamente a hacer entrega de sus medallas y diplomas a los homenajeados, se tributó el reconocimiento a Ricardo Gala por sus 33 años de servicio como Policía local, “tarea que siempre ha desempeñado con responsabilidad y sentido del deber”.

A estos primeros aplausos al funcionario recientemente jubilado les siguieron el resto de grandes ovaciones, comenzando por la que arropó al matrimonio formado por Rosa Barrio y Carlos Martínez al recoger su Medalla de Honor al Mérito Social por ser una de las familias más numerosas del municipio. “Un hogar ejemplar” con sus 8 hijos, que curiosamente llegaron por parejas hasta en tres ocasiones. “Anteponiendo su amor e ilusión a las dificultades”, los Martínez Barrio vieron así premiado “todo un ejemplo de generosidad que demuestra que querer es poder”, y que ahora se agranda con los nietos.

Uno de los más reconocidos alpinistas a nivel internacional, Carlos Quiroga Suárez, “aventurero empedernido”, recogió la Medalla de Honor al Mérito Deportivo con la que el Ayuntamiento subraya “el verdadero privilegio de tener entre nuestros vecinos a un deportista tan reconocido y premiado”, que, además, ha contribuido a poner en funcionamiento la Escuela Municipal de Escalada, ayudando incluso en el diseño del rocódromo.

“Y si Valdemorillo es deporte, también es cultura gracias a personas como José Luis García García”, según afirmó el regidor al glosar los méritos que han llevado al acuarelista, que firma sus obras como José Luis León, a recibir la Medalla de Honor de esta villa al Mérito Artístico, “por su contribución a difundir nuestro valioso patrimonio natural e histórico”.

Premiando su larga trayectoria profesional al frente del bar-restaurante El Frontón, José Luis González Aguilar recibió la Medalla de Honor en la categoría de comercio y hostelería, “una distinción al trabajo abnegado de una profesión muy vocacional, pero también muy esclava”.

La Medalla de Honor por la extraordinaria dimensión social y asistencial de su labor como médico de cabecera desde hace muchos años en el Consultorio local se otorgó  a la doctora Olga Ortega, que no pudo recogerlo personalmente, por un trabajo “que humaniza la sanidad pública” y al que se suma la dimensión solidaria con su participación en programas de voluntariado. 

Y culminando los honores concedidos este 2024, el de Título de Hijo Adoptivo entregado a Rafael Ruiz Muga, primer seleccionador nacional de fútbol femenino, gran abanderado de este deporte, que llevó la igualdad de oportunidades al terreno de juego y “cuya determinación y audacia” han contribuido a que “brille esa estrella que pone la mejor rúbrica a un empeño peleado que nos reporta ahora la satisfacción de tener una selección femenina campeona del mundo de fútbol”.