Seguramente cada uno de nosotros ha conocido o conoce en la actualidad a una persona delicada, tiquismiquis, toca narices dirían muchos. Exagerada, dirían otros. Los más condescendientes dirían que le pasa algo y debería consultar con un especialista.
Hablo de los PAS, personas altamente sensibles: cualquier ruido es molesto, las etiquetas de la ropa son arrancadas nada más comprar la prenda, calcetines de cierto tipo de tejido son eliminados del cajón, los olores son percibidos de manera extrema, los disgustos se apoderan de su psique de manera exagerada y su capacidad para procesar la información sensorial que les rodea es extrema. En el plano cognitivo, (y según reza en la web pasespana.org )" la Persona Altamente Sensible recoge mucha información de su alrededor y piensa en ella profundamente antes de actuar, esto le lleva a requerir más tiempo de reacción ante cada tarea. Le afecta todo más. Genera ideas inusuales y creativas. Un sorprendente grado de conocimiento sobre sí mismo o sobre los demás. Tienen un gran sentido de las consecuencias a largo plazo y una gran capacidad de interpretación cognitiva ante conversaciones."
Otro ejemplo: no soportan estar en reuniones donde los gritos y la conversación alta son la tónica general, algo bastante frecuente en España por cierto. Convivir con un PAS no es fácil, ni cómodo, ni divertido, aunque en algunos momentos pueda parecerlo, pero si el foco se pone en el que lo sufre, nos daríamos cuenta del sufrimiento que tienen diariamente estas personas. Si además se junta a esto una condición de discapacidad, hablamos de un tema muy serio.
Más allá de que para mí son la evolución más perfecta del ser humano, para ellos vivir en una sociedad donde todo te genera estrés es una carrera de obstáculos diaria. Las consultas de psicólogos y psiquiatras se nutren de estas personas altamente sensibles, que precisamente por ser así, son más propensas y susceptibles de caer en problemas más serios: depresiones, ansiedades, trastornos obsesivos, etc. Es tan importante este grupo de población que existen ya psicólogos especialistas en este rasgo de la personalidad, y desde la web mecionada anteriormente (pasespana.org) están realizando un estudio gratuito con un test para estudiar cómo se manifiesta este rasgo de la personalidad tanto en jóvenes o adultos y el impacto que puede tener en su salud.
Tenemos una gran oportunidad de practicar la empatía y ayuda cuando nos encontremos o convivamos con una de estas personas: lo único que se requiere es un poco de paciencia y entendimiento para poder establecer un código de relación común.
De sus aparentes debilidades de adaptación al entorno lo que se debería extraer es que quizá ese entorno camina demasiado deprisa a un ritmo trepidante autoimpuesto, y estas personas nos demuestran que se puede vivir de otra manera, una slow life sin llevar el cuerpo a extremo.
