Cuando hablamos de ciudades o municipios lo primero que se nos viene a la cabeza, aunque sea de forma inconsciente, es la seguridad. La tranquilidad con la que podemos pasear por esa localidad nos condiciona el pensamiento. Nadie va de vacaciones o hace una escapada de fin de semana a un municipio con un alto índice de criminalidad porque sabe que va a estar más preocupado por sus pertenencias o su seguridad personal que de disfrutar del entorno. Cuando adquirimos una vivienda nos sucede exactamente lo mismo, buscamos municipios que cumplan tres premisas (pueden ser más, pero estas son las más demandadas):
Que estÉ perfectamente comunicada, no solo en lo referente a las distancias con autobuses, cercanías, metro… sino también con el entorno con una oferta amplia de colegios, institutos, bibliotecas… Que tenga un buen servicio de limpieza, como bien indica la “teoría de las ventanas rotas” la degradación del entorno conduce a la delincuencia, y que sea segura.
A partir de esta demanda de la sociedad que, salvo excepciones, es bastante generalizada a la hora de desarrollar un proyecto de vida como es el de crear una familia, los ayuntamientos deben configurar sus políticas sociales.
Desde el punto de vista de la criminología y la sociología un apartado muy estudiado es la delincuencia y su impacto en la política criminal. Los factores primarios que causan la delincuencia se resumen en: desestructuración familiar, adicciones y paro. Para ello, y basándonos en los índices delincuenciales, la clave está en revertir las problemáticas de hoy para que sean soluciones en el mañana.
Se puede decir que las estadísticas oficiales ofrecen una imagen bastante fiable de la realidad, que nos pueden señalar tendencias y patrones del comportamiento delictivo y, por ello, pueden ser usadas para explicar el fenómeno criminal.
Municipios como el de Las Rozas llevan años apostando por el crecimiento económico y la creación de empleo desde etapas escolares centrándose en la tecnología, que es sin duda el idioma que usan las generaciones presentes, estableciendo de este modo un ecosistema que interconecta entre sí centros educativos, empresas y universidades. Como resultado de esta estrategia, Las Rozas con una tasa del 5,4% se sitúa en el 4º puesto del ranking nacional de municipios con menos paro de España muy por debajo de la media que se acerca al 31%, y alejada de municipios como Alcorcón que tienen un nivel de paro más alto.
Haciendo un ejercicio de prospectiva es fácil indicar que si eliminamos los factores delincuenciales (paro, abandono escolar, exclusión social) y minimizamos al máximo los catabolizadores de estos factores (adicciones, violencia, …) estamos generando sociedades sanas que difícilmente harán de la delincuencia su forma de vida.
