La iniciativa nace del convenio de colaboración suscrito el 21 de octubre, entre el Consistorio y el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid.
El proyecto busca mejorar la calidad de vida de pacientes polimedicados con problemas de adherencia terapéutica y en situación de vulnerabilidad y soledad no deseada, mediante la cooperación de las farmacias locales con los Servicios Sociales municipales.
